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El crecimiento de células uterinas en otras partes del cuerpo afecta al 15% de las mujeres

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha intensificado sus esfuerzos por renovar los tratamientos disponibles para la endometriosis, una afección dolorosa en la cual un tejido similar al que recubre el interior del útero crece fuera de este y la padecen entre el 10 % y el 15 % de las mujeres en edad reproductiva en España.

Con frecuencia afecta a los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. Es poco frecuente que los crecimientos de endometriosis se encuentren más allá de la zona de los órganos pélvicos.

Los últimos informes de posicionamiento terapéutico (IPT) elaborados por la AEMPS evalúan con especial atención nuevos fármacos hormonales como linzagolix, un antagonista de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), diseñado para aliviar los síntomas como el dolor pélvico, dismenorrea (reglas dolorosas) y dispareunia, en mujeres que ya han recibido tratamiento médico o quirúrgico previo. Este tipo de terapias hormonales complementarias surgen como opciones intermedias entre los tratamientos clásicos (analgésicos, terapia hormonal etc.) y la intervención quirúrgica, especialmente en casos en los que la enfermedad altera gravemente la calidad de vida.

Diagnóstico tardío: un problema que persiste

Uno de los principales obstáculos clínicos es que el diagnóstico de la endometriosis suele demorarse excesivamente. Retraso que suele oscilar entre 5 y 10 años desde que aparecen los primeros síntomas hasta que se confirma la enfermedad. Este tiempo de espera prolongado se traduce en empeoramiento de la enfermedad, mayor dolor, posible compromiso de la fertilidad y afectaciones psicológicas.

El diagnóstico se ve comprometido por varios factores: los síntomas pueden variar enormemente entre mujeres, pueden confundirse con otras patologías ginecológicas o gastrointestinales, algunas formas de endometriosis tienen localización anatómica difícil de visualizar, y no existen biomarcadores bioquímicos validados para un diagnóstico temprano

Además, se estima que en muchos casos la enfermedad solo se detecta en consultas de reproducción asistida, cuando ya hay problemas para lograr un embarazo. Aproximadamente un 30 % de los casos de endometriosis se diagnostican precisamente al evaluar situaciones de infertilidad.

Costes sanitarios, sociales y económicos

La endometriosis no solo tiene un impacto clínico importante, sino también económico. Un estudio sobre la carga de la enfermedad para el Sistema Nacional de Salud de España (mujeres de entre 15 y 64 años) estima que el coste total oscila alrededor de 84,5 millones de euros anuales, de los cuales 26,6 millones corresponden a costes médicos directos, como visitas a atención primaria, derivaciones a especialistas y hospitalizaciones. Los otros 57,9 millones se refieren a costes indirectos: absentismo laboral, pérdidas de productividad, presentismo y tiempo no productivo, incluidas pérdidas de ocio.

Además, una cirugía restaurativa (es decir, que intenta reparar la anatomía pélvica afectada por la endometriosis mediante técnicas mínimamente invasivas) consigue embarazo en alrededor del 58 % de las mujeres operadas, especialmente si son menores de 35 años, donde la tasa puede subir al 72 %.

Nuevos tratamientos: expectativas y precauciones

Los tratamientos hormonales como linzagolix representan una de las novedades más relevantes. Estos medicamentos se presentan como opciones prometedoras para casos con dolor intenso, para quienes buscan alternativas menos invasivas que la cirugía o durante el tiempo de espera de intervenciones. Sin embargo, no todos los tratamientos funcionan igual para todas las mujeres, ya que existen diferencias individuales importantes (edad, extensión de la enfermedad, localización de las lesiones, deseo reproductivo) y que algunos tratamientos tienen efectos secundarios que deben ser manejados con cuidado.

La evidencia clínica conocida hasta el momento sugiere que, en combinación con tratamientos hormonales, estos fármacos pueden disminuir el dolor, mejorar la calidad de vida y reducir la necesidad de recurrir a cirugía agresiva en algunos casos. No obstante, se destaca que la endometriosis no tiene cura definitiva y que los tratamientos actuales buscan más bien controlar los síntomas, ralentizar la progresión y preservar la función reproductiva en la medida de lo posible.

En la Unidad de Ginecología de la Clínica Euskalduna estamos muy pendientes de todos estos avances terapéuticos. Ofrecemos una valoración personalizada desde el primer síntoma, combinando diagnóstico precoz, apoyo multidisciplinar y acceso a las últimas opciones disponibles para minimizar el dolor y preservar la fertilidad. Si sospechas que puedes tener endometriosis, no esperes: una consulta especializada puede marcar la diferencia.

Llama al teléfono general de la clínica Euskalduna 944 773 008 y solicita una cita con nuestra unidad. Recuerda que la prevención es la mejor cura.