La OMS apoya la interrupción del embarazo sin restricciones, ni autorizaciones de terceros y por vía farmacológica
La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de anular la sentencia Roe contra Wade, que estableció el derecho de la mujer a la autodeterminación en caso de embarazo no deseado, abre la puerta a leyes antiabortistas que se tramitan en todo el mundo. La anulación de esta sentencia no prohíbe la interrupción voluntaria del embarazo, sino que priva a las mujeres estadounidenses de la protección federal que hacía impugnables todas las leyes locales destinadas a restringir de algún modo el derecho a decidir sobre su propia salud reproductiva.
Oposición a la sentencia
Por primera vez en los ya cincuenta años de debate sobre el aborto y las leyes que lo protegen, la mayoría de las organizaciones científicas han expresado su oposición al veredicto. La primera en hacerlo fue la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en marzo de este año elaboró nuevas guías para el manejo de la interrupción voluntaria del embarazo. Entre las principales recomendaciones están despenalizar el aborto, hacerlo accesible sin restricciones ni autorizaciones de terceros y favorecer el abordaje farmacológico frente al quirúrgico.
La sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos va en la dirección contraria a la que apoyan los expertos en salud pública, ya que permitirá, por ejemplo, introducir formas de restricción local incluso en los estados en los que el aborto sigue siendo practicable en cierta medida.
Datos a tener en cuenta
El debate en el Tribunal Supremo fue también una oportunidad para revisar las pruebas científicas que apoyan este enfoque. De hecho, un grupo de 547 expertos en salud pública, salud reproductiva, ginecología y neonatología firmaron un memorándum para el Tribunal (en la jerga técnica, un “amicus brief”) en el que recogían datos que apoyaban que el aborto es un elemento indispensable en la gestión de la salud de las mujeres y que los niños nacidos de embarazos no deseados tienen más patologías, entre ellas el parto prematuro y el bajo peso al nacer.
Los niños no deseados sufren efectos de por vida relacionados con la pobreza y la desigualdad, mientras que las madres a las que se les niega el derecho al aborto suelen ser víctimas de la violencia doméstica y de la auto desvalorización.
Uno de los estudios más completos que han demostrado los efectos nocivos de la negación del aborto es el Estudio Turnaway, realizado por la Universidad de California en San Francisco. Tras seguir a 1.000 mujeres reclutadas en el momento de solicitar el aborto, los científicos demostraron que aquellas a las que se les negó el derecho a interrumpir el embarazo tenían más probabilidades de vivir en la pobreza, de no poder salir de su condición desfavorable o de carecer de medios para atender las necesidades del niño.
Recomendaciones de la OMS
Las recomendaciones de la OMS hacen hincapié en la distribución generalizada de la píldora abortiva, una solución que facilitaría el acceso a un instrumento seguro y manejable incluso en casa.
No es casualidad que la distribución de píldoras abortivas con el apoyo de la asistencia de la telemedicina sea una de las soluciones propuestas por las asociaciones a favor del derecho a la autodeterminación, para abordar el problema en los estados que ya no permitirán la interrupción voluntaria del embarazo. La asociación Aid Access, por ejemplo, tiene su sede en Austria y lleva enviando la píldora abortiva por correo a mujeres de todo el mundo desde 2005.
FUENTES: OMS, UNIVADIS[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]