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Es un complemento indispensable al sistema público y ahora casi 1700 euros por paciente y año al Estado

En Euskadi, la sanidad privada ha experimentado un notable incremento en los últimos años, consolidándose como un complemento significativo al sistema público de salud, Osakidetza. Según datos de Eustat, en 2023, el 23,9% de la población vasca contaba con un seguro de salud privado, lo que representa a 525.435 personas y un aumento del 4,1% respecto a 2021.

Este crecimiento es especialmente destacable en Gipuzkoa, donde el número de asegurados creció un 10,7%, seguido de Álava con un 9,2% y Bizkaia con un 1,4%. En términos absolutos, Bizkaia lidera con un 30,7% de su población asegurada.

A nivel nacional, la tendencia es similar. En abril de 2024, se registró un récord de 12,4 millones de asegurados en España, con un incremento del gasto en sanidad privada del 14%. Esto refleja una creciente demanda por parte de la población que busca rapidez, personalización y accesibilidad en los servicios médicos.

El papel fundamental de las clínicas privadas

En Bizkaia, clínicas como la Clínica Euskalduna han sido pilares fundamentales en el desarrollo de la sanidad privada. Este centro, ubicado en el corazón de Bilbao, destaca por su enfoque integral y su amplia oferta de especialidades médicas: desde salud pélvica y ginecología hasta cirugía cardiovascular, análisis clínicos, gestión de preoperatorios, o cirugía plástica y medicina estética, entre otras.

El Gobierno Vasco también ha incrementado su colaboración con clínicas privadas, destinando 73,6 millones de euros en acuerdos, un aumento de 6,2 millones respecto a 2022. Esta inversión refleja el papel clave que desempeñan estos centros para aliviar la presión sobre el sistema público.

Complemento al sistema público

Se estima que cada paciente con seguro privado ahorra al Estado entre 599 y 1.674 euros anuales, lo que se traduce en un ahorro significativo para el Sistema Nacional de Salud. Este dato cobra especial relevancia en Euskadi, donde la calidad de Osakidetza es innegable, pero las limitaciones presupuestarias y la creciente demanda están generando tensiones en el sistema.

La sanidad privada, liderada por instituciones como la Clínica Euskalduna, ofrece una atención personalizada que complementa los servicios públicos. Este modelo no solo mejora la experiencia del paciente, sino que también contribuye a la sostenibilidad del sistema sanitario en su conjunto, permitiendo que ambos sectores, público y privado, trabajen en sinergia para satisfacer las necesidades de la población.

En definitiva, el auge de la sanidad privada en Euskadi, y en particular en Bizkaia, no solo responde a una tendencia de búsqueda de servicios más personalizados, sino que también subraya la importancia de contar con un sector sanitario robusto y complementario que garantice el acceso a una atención médica de calidad